3 riesgos de correr en la playa que puedes evitar

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Con la llegada del buen tiempo y coincidiendo con el final de temporada no son pocos los corredores que deciden cambiar el duro asfalto o el rápido tartán por la cálida y confortable arena de la costa. Correr en la playa no está exento de riesgos, sobre todo por los accesorios de playa y equipo que tienes que ir esquivando mientras entrenas, y aunque pienses que solo el asfalto te daña, correr por la playa puede causarte más de un problema y todos ellos de gravedad.

Yo defiendo a los corredores que en verano deciden cambiar las zapatillas por el contacto natural contra la fina arena de una playa pero también pienso que no hay que abusar de este terreno pues tiene consecuencias negativas para tu cuerpo.

¿Por qué no deberías abusar de correr en la playa y qué riesgos tiene?

Cuando estás corriendo por la playa no solo liberas tu mente de las tensiones del día a día y consigues un alto nivel de relajación sino que le exiges a tu cuerpo más esfuerzo para hacer la misma actividad que harías corriendo en asfalto.

Esto tiene grandes beneficios para ti, como pueden ser el desarrollo de mayor fuerza muscular o el fortalecimiento de tus articulaciones pero también puede tener un efecto contraproducente.

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Los riesgos de correr en la playa son altos y cada atleta deberá analizar la situación en la que se encuentra para decidir si correr o no por la playa.

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1. QUEMADURAS Y PICADURAS DE MEDUSAS

No se si solo me pasará a mi pero al llegar el mes de agosto y poner un pie descalzo en la arena seca empiezo a notar como si estos estuvieran en llamas, y no es ninguna broma.

Correr por la playa tiene un riego inherente de ella: el calor. En este caso el calor lo notas con el contacto de tu pie contra el suelo, que si lo mantienes durante un largo rato te puede producir quemaduras de diferentes gravedad.

Para evitar este problema te voy a ofrecer dos opciones:

  1. Correr por la arena de la costa: si corres por la arena seca estás perdido, no solo se hundirá más el pie también te arriesgarás a sufrir quemaduras y ampollas por el contacto con la arena caliente. Lo mejor que puedes hacer es correr por donde las olas rompen, junto en la costa, para correr por una arena más dura y no tan caliente. ¡Si corres por la costa ves con cuidado! Aunque las medusas vivan en el agua en muchas ocasiones sus tentáculos quedan esparcidos por la orilla y aún mantienen veneno.
  2. Correr con zapatillas por la playa: con esta opción te aseguras evitar quemaduras y picaduras de medusas a costa de sacrificar la increíble sensación de correr descalzo por la arena.
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2.LESIONES

Estás cansado de escuchar lo terrible que es el asfalto para tus articulaciones y sólo escuchas maravillas de la playa. No te dejes engañar, correr en la playa puede provocarte lesiones y algunas de ellas de importancia.

Correr en la playa significa hacerlo por un terreno muy irregular en que la articulación del tobillo y sus ligamentos pueden verse comprometidos. Por otro lado, al ser un terreno blando y en el que es fácil hundirse tu tendón de Aquiles y tus gemelos necesitan esforzarse más para levantar el pie del suelo.

Esto, unido al abuso de correr en la playa, provoca lesiones por sobrecarga o por una mala pisada. Si corres por la arena evita hacerlo más de 30 minutos y no cada día.

3.CALOR Y DESHIDRATACIÓN

Al correr en la playa tu cuerpo queda completamente expuesto al calor y esto repercute de forma directa en tu rendimiento. Evita correr por la costa de 12 a 15, las horas puntas de sol, para conseguir que el calor no merme tu rendimiento y así proteger también tu piel de los rayos solares.

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Como es difícil encontrar una fuente de agua potable en la playa mi consejos es que te hidrates bien antes y tengas siempre a mano algo de agua o bebida isotónica para hidratarte.