¿Cómo era tu vida antes de empezar a correr?

Tabla de contenidos

Seguro que hace muchos años de ello, que ni siquiera puedes decir con exactitud que día decidiste dar un giro de 180 grados a tu vida y calzarte unas zapatillas para correr. Tu tenias una vida antes de empezar a correr, una vida que has dejado apartada en tu memoria, y que cada vez que accedes a ella te preguntas: ¿como pude vivir sin correr?

Tu vida antes de empezar a correr no era ni mejor ni peor que la del resto de las personas, de hecho gran parte de la población se pasa toda su vida sin correr ni 1 kilómetro y no por ello su vida se convierte en más aburrida. Pero tu esto ya no eres capaz de entenderlo, desde que has comenzado tu romance con la carrera a pie no comprendes que hiciste tantos años de tu vida y mirando la vida de manera retrospectiva, notas esa época vacía.

Así era mi vida antes de empezar a correr

Yo comencé a correr tarde, pasada la veintena y en el punto en que hoy me encuentro, sentiría un gran vacío interior si por algún motivo no pudiera correr. Es algo gracioso este punto, pues antes de correr era la persona más vaga que conocía, incapaz de ir andando de un lado a otro y pensar en moverme y sudar me producía auténtico pánico.

No creo que mi vida antes de empezar a correr fuera muy diferente a la tuya, pero creo que merece ser contada para que tu también te sientas identificado con esta sensación que me produce pensar como era mi vida antes de empezar a correr, pues era completamente diferente.

Te será de utilidad...  El corredor que nunca pisaba un gimnasio

De niño recuerdo haber hecho algo de atletismo, pero estaba lejos de aquel prototipo de niño atleta. La comida me encantaba y no podía evitar comer dulces o cualquier otro alimento apetitoso que se ponía delante mi. Mi etapa como futura leyenda del atletismo (nótese la ironía) terminó bien pronto, tan pronto como cuando me cansé de correr sin ningún sentido. Probé otros deportes como la natación o el fútbol, pero al final terminé eligiendo lo más cómodo: no hacer nada de deporte.

Y aunque no te lo creas, así pasé desde mi infancia hasta cumplidos los 16 o 17 años que intenté cuidar mi físico. Fíjate que digo físico y no salud, pues con esa edad comencé a fumar y a beber los fines de semana, y aunque estaba apuntado a gimnasio, era el gran ausente en este. No lo voy a negar, me daba una pereza increíble hacer ejercicio físico, la razón de ello es que no entendía todavía el significado de la palabra sacrificio.

Te será de utilidad...  Los maratonianos no tienen sueños pequeños

Poco a poco y sin darme apenas cuenta conseguí ser más habitual en el gimnasio. Combinaba las pesar con andar o correr en la cinta para intentar reducir esos 86 kilos en un cuerpo de 1,72 metros que me hacían poseer un físico envidiable (ironía ON). En casa, aprendía a cuidar lo que comía y aunque me apeteciera comer kilos y kilos de chocolate me tenía que conformar con probar un trozo de este.

[Tweet «La vida te cambia cuando decides utilizar tu tiempo en correr»]

Cerca de los 20 años me aparté de los vicios que me perjudicaban y comencé a salir a correr algún día a la semana. Es verdad que habían semanas que no salía a correr porque me parecía completamente tedioso, ahora miro hacia atrás y pienso en lo ignorante que era.

Pues bien de la misma manera que fui incrementando mis días de entrenamiento, mi peso se iba reduciendo. Ya no era aquel joven muy pasado de peso que le costaba hasta subir las escaleras. Eso marcó un punto de inflexión en mi y fue el comienzo de una vida que va unida a la carrera a pie.

¿Cómo se ha transformado mi vida después de empezar correr?

Miro 10 años hacia atrás, antes de empezar a correr, y era un joven sin oficio ni beneficio. Me pasaba las tardes en el parque sin ningún objetivo en mente que pasar las horas haciendo el vago, no encontraba la más mínima motivación para nada. Pero llegó el atletismo a mi vida y todo cambió.

Te será de utilidad...  ¿Cómo correr en verano y no morir en el intento?

No solo he conseguido perder más de 20 kilos desde que comencé a correr, sino que este deporte me ha permitido tener una pasión y centrarme en ella.

Además y fuera de lo deportivo, correr me ha cambiado por completo la vida. Saber que puedo conseguir lo que me proponga está directamente influido por el atletismo, este deporte te enseña que el único camino para conseguir tus metas es el esfuerzo y el sacrifico. El atletismo me sirvió de vía de escape en malos momentos, hizo que me centrara en mis estudios universitarios y también me mantiene motivado para conseguir todos mis sueños en la vida.

Echo la vista atrás y no logro concebir porque no me sentía vacío en ese momento de mi vida antes de correr. Creo que quizás no quiero entender porque no me sentía vacío, pues esa vida que dejé atrás sabía a poco comparado con la vida que estoy viviendo ahora.