Puedes correr ya sea una vez al año, mes o todas las semanas con diferentes objetivos: bajar de peso, quemar grasas, fortalecer tu actividad cardiovascular, aumentar tu resistencia, etc. Sin embargo, la respuesta sobre en qué pensar al correr va mucho más allá e influye notablemente en los fines que anhelas lograr.
¿Por qué esto último? Pues, si no estás seguro en qué pensar al correr debes saber lo siguiente: la mente maneja de alguna forma tu cuerpo, por lo que los pensamientos positivos durante el running serán claves para lograr tus objetivos.

Entonces, ¿En qué pensar al correr y por qué?
Tienes múltiples opciones con diferentes variantes. No obstante, resulta imposible determinar la mejor ya que depende principalmente de ti, de tu estado de ánimo, tus necesidades, preferencias, actividades, expectativas, contexto general, etc.
De todos modos, hay algunas reglas consideradas básicas en este sentido. ¿Qué significa esto último? Que cualquier cosa, cuestión, tarea o acción en la pienses debe ser bajo las siguientes condiciones:
Mantén la autoconfianza
Piensa primero que nada en tus objetivos del momento; es decir, cuánto quieres correr, hacia dónde y cómo (lento, rápido, intenso, haciendo pausas, etc.) Luego, busca tus propias estrategias para sentirte motivado y con la convicción de que superarás incluso tus propias expectativas.
Cabe destacar que siempre es positivo decirte a ti mismo “Voy a cumplir lo que me propuse” o “Esto que quiero es lo mínimo que puedo hacer. Voy por más”. Puedes también inspirarte en otra persona con el fin de sentir hasta mayor obligación por conseguirlo.
Piensa en algo que te haga fluir
Salvo al principio, no debes realizar fuerza para correr, sino sentir que los movimientos te salen de manera natural y percibirás luego los mismos beneficios a cambio de un esfuerzo menor.
Recuerda además que eres tú quien controlas tus propias acciones e impulsos, por lo que dejar fluir resulta muy importante dado que posee un impacto muy positivo. Al mismo tiempo, actuarás de manera natural, con menos sobreexigencias y menores probabilidades de padecer consecuencias.
Los especialistas dicen concretamente: “sé tú quien cabalgas tu mente y posees la fortaleza para no dejar obsesionarte”. La explicación de esto radica en que muchas veces es imposible que la mente no piense en las dificultades del presente o en lo que vendrá en lugar de disfrutar y relajarse.
Piensa en los beneficios que la actividad te proporcionará
Una de las cuestiones más tristes y negativas para una persona es saber que un esfuerzo no otorgará los resultados positivos anhelados. Por esta razón, cuando corres puedes pensar en cada uno de los beneficios que percibirás luego:
- Pérdida de peso
- Quema de grasas y calorías
- Fortalecimiento de la actividad cardiovascular
- Aumento de la resistencia y de la fuerza
- Mejora de los músculos en general
- Fortalecimiento de la circulación de la sangre
Dejar lo negativo de lado, la clave
Más allá de todo lo bueno que se cruce por tu mente y que, lejos de pasarlo inadvertido, le des la máxima importancia para motivarte, es necesario conocer lo que no debes hacer; en este caso, pensar en negativo.
¿A qué refiere esto último? A aquellas cosas o cuestiones que consideres malas y ocasionen problemas para correr; por ejemplo, la cantidad de tareas que debes realizar más tarde, la situación económica complicada, discusiones en el hogar, que el pronóstico anuncie lluvias para la semana siguiente, etc.
En síntesis, cuando corres (incluso desde que comienzas) debes vivir el presente y, por ende, pensar en todo lo que positivo que posee tanto eventualmente como en el futuro.
Pese a las ventajas de correr descritas, es probable que cuentes con decenas de cosas positivas en que pensar al correr. Por ello, sácales el máximo provecho y evidenciarás cómo te ayudan a cumplir más fácilmente con tus objetivos y a superar tus expectativas.