Lo que vayas a hacer al cruzar la línea de meta no entiende de preparación previa. De hecho, en pocas ocasiones te planteas lo que harás en el momento en que cruces la línea de meta de una carrera.
Ese momento en que finaliza la carrera es especial. Parece que se detenga el tiempo (sobretodo si haces tu mejor marca) y se haga un inmenso silencio a tu alrededor.
Al cruzar la línea de meta en una carrera lo más seguro es que acabes haciendo lo siguiente.
Todo lo que harás al cruzar la línea de meta de una carrera
Llorar un poco
Si es tu primer maratón casi seguro que lo harás. Esta prueba es lo que tiene, supongo que después de tantas horas de sacrifico, esfuerzo y dolor el cuerpo no puede controlar las emociones (¡suficiente tiene con seguir corriendo!).
En mi primer maratón lloré, y seguro que tu también lo harás, pero en ocasiones en pruebas más cortas también te pasará.
¿Quién no se emociona al superar su marca o subir al podio?
No te cortes y al cruzar la meta de una carrera permítete llorar un poco.
Seguir corriendo más
Sin ninguna explicación lógica las piernas que tanto te pesaban 500 metros antes ahora te permitirán hacer unas rectas para celebrar que has cruzado la línea de meta.
No te sorprendas si de la felicidad de terminar la carrera sigues corriendo un poco más. Es la mejor manera de celebrarlo.
Te sentirás como Kipchoge en el reto INEOS 1:59. Eso si, corriendo bastante más lento…
La subida de adrenalina es tal que te olvidarás de todos los kilómetros que llevas encima.
Recordarás los entrenamientos: los buenos y los malos
Siempre me pasa que al cruzar la linea de meta y ver la marca que he conseguido comienzo a recordar el camino que he recorrido para llegar a este punto.
Aunque me vienen a la cabeza los buenos entrenamientos esos se olvidan rápido ya que no cuestan nada. Las imágenes que más se repiten en mi cabeza después de una competición son esos entrenamientos en los que iba a abandonar y finalmente no lo hice.
Esos entrenamientos, los peores, son los que han hecho merecida la marca, porque me han preparado mentalmente para no bajar los brazos aunque el dolor sea insoportable.
Un consejo que te doy es que al cruzar la línea de meta de tu próxima carrera agradezcas todos los días de sufrimientos, porque son los que te han hecho ser quien eres ahora.
Acordarte de los que te apoyaron
Durante la preparación te has enfrentado cara a cara con la pista y las series largas y cortas, has peleado contra tu mente en las tiradas más largas y has aguantado en los últimos kilómetros cuando tu cuerpo te pedía aflojar el ritmo.
Todo ello no lo has hecho en solitario. Los compañeros de entrenamiento, tu familia y amigos han sido tu mayor soporte durante los cientos de kilómetros que ha durado tu preparación.
Por esa razón no está de más agradecer al terminar la carrera a los que, con total seguridad, te están apoyando detrás de la barrera.
Sin ello el entrenamiento habría sido igual de duro, pero no te hubiera resultado tan fácil de llevar.