Es de sobras conocido que las rectas en cuestas son un ejercicio imprescindible para mejorar la fuerza, la potencia y la técnica de carrera, pero de manera habitual estas se hacen de manera incorrecta sin tener en cuenta que forman parte de un plan de entrenamiento global donde el entrenamiento de rectas en cuestas es un añadido a los otros entrenamientos y tiene que ser equilibrado.
No te voy a decir que con solo hacer cuestas serás mejor corredor, pero si que es un entrenamiento con unos beneficios innegable si se hace de la manera adecuada. ¿Pero como entrenar las rectas en cuestas?
Asi se entrena las rectas en cuestas
Los entrenamientos de cuestas pueden ser de diferentes tipos, tal y como explico en este artículo, pero en todos ellos hay que prestar atención a diferentes factores para que las rectas en cuesta sean realmente útiles en tu entrenamiento.
1.Haz las rectas en cuestas siempre de manera progresiva
No es necesario que salgas como un caballo desbocado al principio de la recta, pues si lo haces el resultado será hundirte a mitad de esta. La clave está en la progresión, sal rápido pero nunca a tope y ves aumentando la velocidad a medida que se acerque el final de la cuesta.
Solo de esta manera fortalecerás la musculatura y podrás extrapolar la manera de correr en cuestas en la carrera en llano
2. Los brazos también corren
Puede parecer que no tiene sentido lo que escribo pero los brazos marcan la frecuencia de tu zancada. Cuando se corre por una recta lo más común es pensar que hay que apretar más las piernas y que los brazos no son importantes. Pensar así produce que se descuide la posición de los brazos y en vez de darte impulso se convierten en un lastre que no te aporta nada.
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Por ello cuando entrenes rectas en cuestas no te olvides de mantener un braceo potente (más incluso que en llano) para que la subida se te haga más sencilla y de paso aprendas a mantener un correcto braceo a pesar de la dificultad.
3.Recoge y empuja fuerte
A la hora de entrenar rectas en cuesta tienes que poner especial ímpetu en tu zancada, esta tiene que ser potente y te tiene que empujar hacia adelante. Para ello recoge rápido la pierna cuando entre en contacto contra el suelo y lánzala de nuevo hacia el suelo para que te permita avanzar.
No alargues la zancada para evitar el overstriding y la pérdida de rendimiento por ello. Nunca olvides que en las cuestas tienes que mantener una zancada rápida y potente, a la vez que mantenida, para que una vez en llano este ejercicio sea efectivo.