El Kilometre de Les Corts: la primera competición de la temporada y la mejor marca

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El domingo 20 de octubre participé en el Kilometre de Les Corts, organizado por el Barcelona Atletisme, por tercer año consecutivo.

Para mi es una prueba muy importante en el calendario, ya que es ideal para saber como empiezo la temporada, y es que la marca conseguida en esos 1000 metros dice mucho sobre la forma en la que me encuentro.

¿Cómo viví el Kilometre de Les Corts?

Cada vez que compito, independientemente de la distancia o de la marca conseguida, es una alegría. Es uno de los momentos más intensos de la temporada, ese en el que te pones las zapatillas con ganas de reventar el crono.

Eso fue lo que pensé en el Kilometre de Les Corts.

Era la tercera vez que participaba y llegaba con ganas de superar mi marca. Si en 2017 mi marca fue 3:14 y en 2018 fue 3:08, en el 2019 esperaba que la marca siguiera descendiendo.

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Del circuito hay poco que añadir, es una recta de 250 metros, donde se hacen 4 giros, con algún tramo que sube ligeramente.

Este 2019, en la categoría open habían menos personas que en las otras ediciones, por lo que la salida fue limpia y rápida.

En un primer momento quería salir un poco conservador e ir cambiando de ritmo, pero en la salida me dejé llevar y me coloqué con el grupo de cabeza. En el primer giro vi como los 4 primeros me empezaron a sacar unos metros, pero aún no que fallaban las piernas por lo que intenté que la separación no fuera demasiada.

No es que tuviera expectativas de ganar la carrera, sino que quería tener una referencia delante y no la podía dejar escapar.

Tras el segundo giro, encaré el primer paso por la línea de meta y la crucé en 1:31. Si el atletismo fueran como las matemáticas, acabaría haciendo 3:02 en este kilometro, pero ya contaba con que los últimos metros habia riesgo de sufrir un buen pinchazo.

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Los últimos 500 metros nunca son fáciles en este tipo de pruebas. Cada vez más descolgado, notaba mis piernas como piedras y el dolor era tal que si la cabeza no me hubiera acompañado habría bajado el ritmo.

Pero no, yo participé en el Kilometre de Les Corts con la intención de superar mi marca. Tras rebasar el último giro intenté mantener la postura lo más correcta posible, esto es: cuerpo hacia adelante, zancada amplia y rápida y un braceo recto.

Me dio la sensación que cambié de ritmo en la última vuelta, pero fue algo subjetivo y fruto del estrés que sufría mi cuerpo, ya que finalice la prueba en séptimo lugar y con un tiempo de 3:06.

Acabé contento porque en mi tercera participación seguí bajando mi marca, en este caso 2 segundos.