Correr sin sufrir dolor: ¿es un mito o es posible lograrlo?

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El otro día cuando salía de la consulta de fisioterapia reflexionaba sobre si es posible correr sin sufrir dolor, sin padecer ni un mínimo de este. Tristemente me di cuenta de que esto no era posible y que correr esta ligado con sentir dolor.

No me estoy refiriendo ni mucho menos al dolor que se sufre al estar lesionado, ni tampoco al causado por un exceso de entrenamiento. El dolor al que nombro es consecuencia natural de un ejercicio de gran intensidad como es la carrera a pie. De hecho, este dolor no sólo aparece después de entrenar sino que en las series anaeróbicas hace su puesta en escena en los últimos metros de cada una de ellas, dejando en tus piernas un dolor como si de puñaladas se tratara.

Fue un día de este tipo de series que empecé con esta reflexión, un día que terminé las series tan fatigado y con tanto dolor muscular que me costaba hasta subir las escaleras, fue en ese momento cuando entendí que correr sin sufrir dolor no era posible.

Pero no caigas en el error de pensar que todo dolor es bueno, el dolor sano al que me refiero aparece en unas pocas circunstancias, por eso si presentas un dolor continuo en tu cuerpo, que hasta te impide rodar tranquilo, estarás en un problema.

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¿Qué dolor es sano para un corredor?

Suena extraño leer que un dolor puede ser sano, cuando siempre se ha relacionado el primero con circunstancias desagradables. Pero no es así, en determinados momentos el dolor es sinónimo de que todo va bien y sigue su curso.

1. Dolor durante y después de series anaerobicas

Cuando corres dentro del umbral anaeróbico y a tus músculos no le llega el suficiente oxígeno, el dolor es tal que puede hacerte abandonar el entrenamiento. En las series cortas, como pueden ser las de 300 metros, se origina un dolor en los últimos 50-100 metros de las últimas series, ya que la deuda de oxígeno es elevada y el ácido láctico recorre tus músculos.

Una vez terminado el entrenamiento ese dolor deja paso a una sensación de pesadez y de fatiga muscular que te acompañará al menos durante las siguientes 24 horas. En estas horas posteriores pueden aparecer dolores en los músculos más implicados en el movimiento de carrera, como pueden ser isquiotibiales, los glúteos o los cuádriceps.

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2.Dolor posterior al entrenamiento de fuerza

Con el entrenamiento de fuerza no me refiero a hacer 2 ejercicios de pesas en 10 minutos y empezar a rodar. El entrenamiento de fuerza específico del corredor es duro y conlleva estar ejercitando la musculatura hasta 1 hora, seguida esto de un rodaje para soltar un poco la musculatura de las piernas.

El problema es que después de un sinfin de ejercicios como la sentadillas búlgaras, sentadillas con salto o zancadas tienes la musculatura tan tensa que correr a un ritmo de 6 minutos el kilómetro te parece tan duro como bajar de las 3 horas en maratón. El dolor en este caso es producto del continuado estrés al que has sometido a tus músculos, y no hay nada malo en que duelan un poco los músculos mientras ruedas o cuando vuelves a casa.

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3.La dolorosa competición

Si corres 1000 metros te dolerá todo el cuerpo debido a la intensidad de esta prueba, pero si corres un maratón te dolerán hasta las pestañas de tanto tiempo sin parar de correr. Que no te engañen correr rápido es duro, pero correr largo también.

Como ves, correr sin sufrir dolor no es posible elijas la distancia que elijas, ya que siempre te dolerán los músculos sea cual sea la prueba a la que te enfrentes. Lo bueno de este dolor es que no es para siempre, y seguramente te recompensa sufrir los últimos metros de una prueba en pista o los últimos 10 kilómetros del maratón.

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4.Tu gran amigo: el fisio

Cuando tu cuerpo está en orden las visitas al fisio son muy agradables y volverías cada semana, pero cuando aparecen grandes sobrecargas o principios de lesiones se convierte en una persona a la que puedes llegar a odiar. En el momento que tus músculos fallan y necesitan un ajuste debes ser consciente de que será doloroso, puede que la intervención por parte de tu fisioterapeuta no sea agresiva pero arrastrarás molestias en la zona durante unos días.

En mi última visita al fisio tenia el tibial anterior sobrecargado y al terminar la sesión este músculo estaba más relajado, pero a costa de rodar al día siguiente con unas molestias mayores que por las que fui de urgencias al fisio.

Realmente correr sin sufrir dolor es muy complicado, pero lo bonito de todo esto es que resulta reconfortante la recompensa que luego se consigue.