En muchos aspectos soy una persona bastante cuadriculada que no le gusta dejar las cosas sin atar. El comienzo de la temporada traer consigo dedicarle unas horas a la planificación de las competiciones. En ese momento correr una carrera popular tiene mucha importancia, pues dependiendo de si se planifican bien las competiciones el resultado sera uno u otro.
No me gusta competir cada fin de semana, primero porque acabaría saturado de tanto entrenamiento, además del elevado gasto de competir cada semana. Al principio de temporada decidí correr una carrera popular cada 3 semanas. No necesito más para ver como mi rendimiento mejora.
¿Por qué correr una carrera popular cada 3 semanas es la mejor idea?
Desde septiembre hasta marzo he participado tan solo en 8 carreras, mientras que tengo conocidos que han acumulado más del doble.
Para mi correr una carrera popular no significa correr y esperar que salga una marca, sino ir a buscarla con el cuchillo entre los dientes. Arriesgar y apretar cuando sea necesario y no dejar nada a la suerte. Esta es una de las razones que me llevan a correr una carrera popular cada 3 semanas: la necesidad de llegar con energía.
Si cada fin de semana compitiera seria imposible llegar en plena forma a la próxima competición y lo único que haría es encadenar competiciones con marcas muy similares sin posibilidad alguna de mejora. No es viable darlo todo un domingo y esperar que cada domingo el cuerpo responda correctamente si lo pones al límite. Correr una carrera popular cada 3 semanas me permite llegar con el cuerpo dispuesto a aguantar el sufrimiento. De hecho y aunque compita cada 3 semanas no todas las carreras son para mi un objetivo, sino que en algunas pocas no doy mi 100%. ¿La razón? Poner el cuerpo en su sitio y prepararlo para las carreras objetivos.
Creo que cuando se compite, aunque sea a nivel popular, hay que tener esa ambición de conseguir mejorar tus marcas. Aunque suene mal decirlo, sino hay una mejora real la motivación corre el riesgo de derrumbarse.
La segunda razón por la que no corro una carrera popular cada semana es que esto supondría una modificación total del entrenamiento semanal. Si estoy dispuesto a correr cada fin de semana tendré que estar dispuesto también a sacrificar entrenamientos. No puedo llegar con energía a la competición si la semana anterior he entrenado de la misma manera que las otras. Al correr cada fin de semana el volumen de las series se reduce, los rodajes son más cortos y los días de fuerza se vuelven escasos. Esto a corto plazo conlleva llegar descansado a la competición, pero de manera global, en la temporada es un paso atrás.
La mejora del rendimiento es la suma de todos los entrenamientos bien hechos, si cada semana tengo que reducir mi entrenamiento para llegar a una carrera popular lo único que consigo es boicotear mi rendimiento.
La última razón nada tiene que ver con el deporte pero si con el bolsillo. Difícilmente puedes encontrar una carrera popular que baje de 10 euros y este gasto, semana tras semana, se nota. Si en cada carrera que compitiera me jugara la victoria quizás valdría la pena ese gasto.
Como lo único que consigo es vencerme a mi mismo no veo necesario pagar el precio desorbitado que tienen algunas carrera populares.
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¿Por qué a veces rompo la regla de correr una carrera popular cada 3 semanas?
Tres son las razones principales que me llevan a romper la regla sagrada de correr una carrera popular cada 3 semana.
No hay ninguna carrera popular interesante
Ni quiero competir en una carrera con 5000 participantes ni me voy a desplazar 100 kilómetros para correr una carrera popular en la que solo compito conmigo mismo.
Aunque hay una gran cantidad de carreras cada fin de semana no siempre estas son las más adecuadas para el momento de la temporada en el que me encuentro. En otras ocasiones simplemente no me apetece competir lejos de casa ni hacer una distancia mayor a la que tengo en mente. Por ello entre carrera y carrera puede pasar más de 1 mes. El tiempo que necesito para encontrar una prueba que realmente me motive.
Una de ellas es de entrenamiento
Hay carreras populares que son una parte más del entrenamiento, es cierto que el ritmo es mayor pero en ningún momento busco exprimirme al máximo. En ocasiones acumulo 2 o 3 carreras en fines de semana consecutivos a modo de prueba, para conocer y ajustar el ritmo de cara a una carrera importante.
Es la fase de competición de la temporada
En la recta final de la temporada, justo antes del verano es cuando todo el entrenamiento del año hace efecto. El rendimiento se incrementa hasta límites que desconocía y es en este punto en el que me puedo permitir competir de manera más habitual y a ritmos más altos.
En la fase de competición el volumen se reduce para poder guardar energía para las competiciones. Obviamente esta etapa no es muy prolongada ya que el riesgo de sobreentrenarme es alto, así como el riesgo de caer lesionado.