Con las piernas ya recuperadas de los 1500 metros que corrí el domingo y sin poder parar de dar vueltas a la mente respecto las sensaciones en la carrera, me enfrento a nueva semana de entrenamiento con una cuestión muy importante. ¿Hasta que punto se debe sufrir en un entrenamiento anaeróbico?
Las series cortas no son un entrenamiento ligero. Son un entrenamiento anaeróbico duro que provoca un gran desgaste debido al esfuerzo, pero a la vez produce adaptaciones en el cuerpo que dan como resultado que seas capaz de correr mucho más rápido en distancias que parecían imposibles.
Con los ritmos tan altos en las series anaeróbicas llega un punto que la mente te grita que pares, que dejes de castigar al cuerpo. El sufrimiento en estos entrenamientos anaeróbicos es tal que parece que en cualquier momento vayan a fallar las piernas y tu cuerpo esté en riesgo de colapsar.
En este entrenamiento anaeróbico aprendes a tolerar el sufrimiento en carrera
La semana después de la competición siempre es recomendable no abusar de los entrenamiento de calidad. Esa debió ser la razón por la que el entrenador decidió que el entrenamiento de series consistiría en 1×500 + 1×400 + 1×300 + 1×200. Cuando lo escuché no podía alegrarme más, pues esperaba un entrenamiento con series medias a ritmos exigentes.
Aunque recuperado de la competición, tan solo habían pasado 48 horas de ésta y seguramente mi cuerpo aún pedía 1 día más de descanso. Pero era el entrenamiento que tocaba, no había excusa y así se hizo:
- 500 metros: 1:29
- 400 metros: 1:09
- 300 metros: 0:49
- 200 metros: 0:32
La recuperación entre series anaeróbicas era larga y eso mis piernas lo agradecieron.
Mas allá del ritmo en el entrenamiento anaeróbico, lo que valoré después de las series fue la tolerancia al sufrimiento en este tipo de series. Son estas series en umbral anaeróbico las que te enseñan a resistir el sufrimiento en una competición y de esa manera superar el límite psicológico que está detrás de muchos abandonos cuando el cuerpo comienza a sufrir. Pero de todas maneras reflexionaba sobre si en ocasiones la exigencia a la que sometemos al cuerpo es sana.
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¿Es saludable llevar al límite del sufrimiento a tu cuerpo en un entrenamiento anaeróbico?
Lo primero que te dirá un entrenador es que no es bueno abusar de los ritmos en umbral anaeróbico debido al daño que puede producir tu cuerpo. Por esta razón el entrenamiento de series cortas se reduce a tan solo un día en la mayoría de planificaciones en corredores de fondo. ¿Pero por qué es tan dañino?
No es que las series anaeróbicas tengan un impacto negativo en ti (¡todo lo contrario!), pero si que producen un gran desgaste en tu organismo. Esto es debido a que:
- Corres a un ritmo que no es el tuyo: para explicarlo mejor tomaré de referencia el tiempo que hice en la serie de 300 metros. Correr 300 metros en 49 segundos supone correr a un ritmo medio de 2:43 el kilómetro. Obviamente a ese ritmo no haría ni 1000 metros, pero entro a trabajar en unos ritmos que es casi imposible que lo logre en una carrera de fondo o incluso en una de mediofondo. Con esto consigo que el cuerpo descubra nuevos ritmos pero se da un paso de nivel en cuanto a esfuerzo se refiere, ya que en un período estrecho de tiempo exijo demasiado al cuerpo.
- Solicitas en exceso la muscultura: en el entrenamiento anaeróbicao es donde se demuestra si todo tu cuerpo tiene la fuerza y potencia necesaria para correr a ritmos altos. En series tan cortas, o te impulsas con fuerza o te hundes a mitad de la serie. No es raro que al encarar los últimos 100 metros un dolor increíble se apodere de tus músculos y sientas que puedes caer al suelo en cualquier momento.
- Te falta oxígeno y el ácido láctico no se recicla: una de las características de los ejercicios anaeróbicos es que su trabajo se hace en situación de déficit de oxígeno. Esto trae como consecuencia que tu musculatura no reciba el oxígeno necesario para funcionar al máximo rendimiento durante toda la serie. Además el ácido láctico se eleva a un nivel en el cuál no es posible reciclarlo y tan solo te perjudica.
Estas 3 situaciones provocan que durante el transcurso de las series anaeróbicas tengas que sufrir de manera exagerada y que en ocasiones te rindas antes de cruzar la línea de meta.
En mi caso, el sufrimiento en el entrenamiento anaeróbico está justificado, siempre y cuando no aparezcan molestias, dolores o un malestar general en el cuerpo. En ese caso lo que haría sería parar y dar por terminado el entrenamiento. El mayor riesgo de este tipo de series es no haber calentado antes y exigirte cada vez más sin ser consciente de que es necesaria una progresión.
Por descontado que debes incluir series anaeróbicas en tu planificación, pues es la única manera de conseguir correr cada vez más rápido.