De todos los tipos de retos a los que me enfrento como corredor es mantener el ritmo en las series medias lo que más pone al límite mi cuerpo y a mi mente. Es escuchar por parte del entrenador que tocan series de 500, 600 o 800 y ya empiezo a rememorar el sufrimiento de los ultimos 200 metros.
Puede ser que en las series cortas los ritmos sean más altos, pero son tan explosivas que cuando las piernas duelen por la acumulación de ácido láctico la serie ha llegado a su fin. En las series largas, por otro lado, corres por debajo del umbral anaeróbico.
Los ritmos en las series medias son rápidos, por lo que el ácido láctico se acumula en las piernas, y además la distancia es la suficiente para tener que utilizar toda tu fuerza de voluntad para no tirar la toalla cuando las piernas mo responden.
Para mi, son el tipo de entrenamiento que me resulta más difícil controlar el ritmo. Para ir pasado de ritmo en las series medias no hace falta que corras muy por encima de tu ritmo, un segundo más rápido te asegurará llegar a la última serie completamente destrozado.
Los ritmos en las series medias y la dificultad de controlarlos
Esto que vas a leer ahora no lo he leído en ningún lado, ni me lo ha explicado nadie, lo he aprendido del mejor maestro: la experiencia.
Ayer tocaron 6 series de 600 metros con 2 minutos de descanso entre ellas, el ritmo objetivo era de 2 minutos por serie. Es decir, tocaba pasar a 20 segundos cada 100 metros. Sólo de pensarlo mis piernas se quejaban.
Después del rodaje de calentamiento y de los ejercicios de técnica de carrera comenzó el verdadero trabajo duro.
Hicimos la primera serie de 600 en 1:59 y parecía que fuera un rodaje rápido, incluso nos permitimos bromear sobre el entrenamiento. Más tarde comprendí que lo peor estaba por llegar.
Las ritmos en las series medias cumplían con lo establecido, y una tras otra las series de 600 metros fueron cayendo, cada vez con mayor dificultad pero sin entrar en un nivel donde el ácido láctico tomará el control.
[Tweet «No te confíes nunca en las series medias «]
Fue en la cuarta serie donde noté como el dolor de piernas y la fatiga aparecían unos metros antes, 50 o 60 metros quizás, pero era una señal inequívoca de que a partir de ese momento tocaba apretar los dientes. Esa serie fue una de las más rápidas y mi cuerpo lo pagó.
Pero el verdadero cambio, de estar completamente fresco a terminar fatigado, se dió en la quinta serie.
En la quinta serie de 600 metros me esforzaba por mirar al frente y escuchaba como los compañeros del grupo de entrenamiento, en su recuperación, insistían en que braceara con fuerza para continuar hacia adelante. Las fuerzas comenzaron a fallarme en los 500 metros, pero tenia que terminar como fuera. Los 600 metros en esta serie los hice en 1:58, así que aún no estaba perdido.
Durante la recuperación y antes de la última serie de 600 metros recibí los consejos del entrenador y de mis compañeros. Me decían que era en ese momento cuando la mente debía mantenerse fuerte, que debía pensar que todo estaba bien. Creo que funcionó y me mentalizé de que tenia ante mi la última serie, después de ello me esperaba una buena ducha y un gran descanso.
Como pude salí disparado en esta última serie, pasando los 200 metros en 38 segundos, un poco más rápido que en las series anteriores. Pronto me di cuenta que ese ritmo de 1 segundo más rápido me pasaría factura. Entré en el 400 con una increíble fatiga y notando como si en las piernas me hubieran añadido plomo. Me estaba quedando clavado y era consciente de ello. Los últimos 200 metros los recorrí como buenamente pude, intentando, sin lograrlo, que la técnica fuera lo más correcta posible.
A pesar del sufrimiento de la última serie logré terminarla en 1:57, la mejor de las 6 series de 600 metros.
Aunque las sensaciones no fueron del todo malas soy el único responsable de hundirme en los últimos metros. El ritmo en las series medias es muy delicado, tanto que una pequeña modificación puede hacer saltar en pedazos todo el entrenamiento. Lo he aprendido de la mejor manera posible: equivocándome.
En las próximas series no me confiaré, regularé mejor el ritmo en las series medias, pues no quiero chocar de nuevo con este muro.