Aunque cada corredor es diferente y no se puede comparar con ninguno otro, resulta gracioso ver como todos ellos, sin importar sexo, edad ni marca, sufren los mismos dilemas cuando tienen que competir. Un corredor ha sufrido lo inimaginable para llegar a la línea de salida, y una vez en esta todas las dudas le atacan de golpe, todos esos dilemas de difícil solución pero que minutos antes del disparo de salida los tienes que tener debidamente gestionados.
Seguro que te identificarás con algunas de estas lineas y es que estos dilemas atacan a todos los corredores. No darles la solución adecuada te puede crear más de un problema durante la competición.
6 dilemas que todo corredor ha sufrido (y los seguirá sufriendo)
Se podría decir que si en algun momento de tu carrera no has estado debatiendo sobre estas 6 cosas es que no te puedes considerar un corredor de verdad. Cualquier corredor ha sufrido, y estoy seguro, los siguientes dilemas antes de competir:
1. ¿A QUÉ RITMO SALGO EN LA COMPETICIÓN?
El 100% de los corredores se ha preguntado esto, y en más de una ocasión. Cuando llegas a la línea de salida y no sabes a qué ritmo salir no es porque no lo hayas planificado sino porque no paras de recalcular el ritmo. Desde que te apuntaste a la carrera hasta el día que la corres has pasado de salir a 3:30 a hacerlo a 3:20 para luego pensar que lo mejor era salir más conservador y hacerlo a 3:35. Pero minutos antes del disparo de salida te preguntas: ¿y si salgo a 3:15?
Puedes relajarte porque estas dudas las tienen todos los corredores pero es importante que sepas cuál es tu ritmo real y diferenciarlo del que te gustaría correr.
Salir muy rápido es jugar con fuego y arriesgarte a hundirte a mitad de carrera, mientras que salir muy conservador te supondrá conseguir una mala marca. En todo momento debes ser consciente de ello y regular tu ritmo a consecuencia, pero tranquilo que cualquier corredor ha sufrido por esto.
2.¿ME PONGO EN PRIMERA FILA O NO?
No hay una única respuesta a esta pregunta pero lo que te pido es que no seas como aquellos corredores que se ponen en primera fila para salir en la foto y desaparecen engullidos por la marea de corredores de detrás. Un poco de respeto es necesario en las salidas.
Mi consejo es que te pongas delante si te juegas algo, no tiene porque ser la victoria absoluta, sino también si aspiras a vencer en tu categoría.
Lo que nunca, repito,NUNCA puedes hacer es ponerte en primera fila sabiendo que serás de los últimos de la carrera. Si lo piensas fríamente no tiene ningún sentido, pues no vas a ganar nada en esta carrera y si puedes ser el responsable de crear muchos riesgos, te lo dice un corredor que ha sufrido por esto.
Si lo haces podrías provocar un accidente grave debido a que los corredores de detrás te tengan que adelantar. Si en vez de 1 corredor que hace eso sois 200 imagínate el panorama y el lío que se puede llegar a montar.
3.¿CAMBIO EN LOS ÚLTIMOS METROS O A MITAD DE CARRERA?
Esta es una cuestión importante a valorar en todas las competiciones en las que partícipes. No te recomiendo que cambies en los últimos 200 metros a no ser que estés corriendo una prueba de 800 metros. Lo ideal, en las pruebas de fondo, es hacer un cambio de ritmo con el margen suficiente para poder recuperar el tiempo perdido del principio.
Si corres una carrera de 5 kilómetros la mitad de la prueba puede ser el punto ideal para hacer un buen cambio de ritmo mientras que en un medio maratón es mejor esperarse a los kilómetros finales de éste.
[Tweet ‘Tener estas dudas antes de correr es lo más normal del mundo…»]
De cualquier modo el cambio de ritmo dependerá de tu estrategia y de que tal reacciona tu cuerpo a estos cambios de ritmo. Hay corredores incapaces de hacer grandes cambios durante la carrera pero en cambio lo compensan con una velocidad media más elevada.
4. ¿ME PARO EN TODOS LOS AVITUALLAMIENTOS?
¡Pregunta de novato que no te tienes que volver a repetir! Si estás corriendo un maratón tienes que beber algo en cada avituallamiento. Cuando corres durante tanto tiempo la deshidratación aumenta de manera considerable y cada avituallamiento que te saltes significa que estás poniendo piedras en tu camino.
En las pruebas donde participes y que hayan avituallamientos, utilízalos de manera inteligente. No se te ocurra beberte toda la botella de agua en el primer avituallamiento que veas porque tu cuerpo tan solo necesita recuperar un poco de líquido y no 1 litro de éste.
Un último consejo sobre lo que tienes que hacer en un avituallamiento de una competición: se solidario y no desperdicies el agua sin ofrecérsela a otro corredor. Si un corredor ha sufrido durante la prueba, que menos que un compañero le ofrezca su ayuda.
5. ¿VOY CON LA LIEBRE O MEJOR POR LIBRE?
En las carreras donde existe una liebre puesta por la organización de la misma hay que ir con mucho cuidado, porque no conoces como actuará durante los kilómetros que dura la prueba.
Tres liebres que tengan que terminar una carrera de 10 kilómetro en 40 minutos pueden usar estrategias completamente diferentes y dejar a la mitad de sus perseguidores fuera de juego. Están aquellas que van al mismo ritmo siempre, las que van de menos a más y las que van cambiando de ritmo completamente. Especialmente estas últimas son las que más problemas dan, al no regular bien el ritmo.
Yo soy un poco reticente a seguir a una liebre a la que no conozco deportivamente hablando, Es demasiada responsabilidad la que le das a una persona que no sabes como corre.
6. ¿ESTRENO EQUIPAMIENTO NUEVO?
Se que esas zapatillas voladoras las tienes en una vitrina con la idea de estrenarlas el día de la competición, pero hacerlo es un tremendo error con terribles consecuencias.
El día de la competición no estrenes ni tan siquiera calcetines, camisetas o gafas de sol para correr. No estrenes directamente nada que no te hayas puesto durante las últimas semanas.
En una prueba corta, como de mediofondo, las consecuencias no se notas tanto, pero si en un maratón estrenas esos calcetines tan chulos que tienes para correr olvídate de terminar la prueba sin molestias.
Cometer este error te puede llevar a caer lesionado por una verdadera tontería, cuando el corredor ha sufrido esto sabe perfectamente la gravedad de este error.